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Renunciar para iniciar tus propios sueños

Renunciar para iniciar tus propios sueños

Publicado el: abril 20, 2015

¿Cuántas veces quienes sueñan con realizar sus propios proyectos se han visto hastiados de asistir todos los días a un trabajo que no los satisface? Y es que cuando una persona con alma de emprendedor realiza acciones que no aman, entran en una etapa conflictiva en su vida. Por ello, un número, cada vez mayor, de jóvenes, renuncian a sus trabajos para iniciar sus propios proyectos y ver realizados todos sus sueños.

SUEÑOS

Hace algunos años atrás, los trabajadores esperaban el momento de su jubilación para dedicarse a lo que realmente deseaban hacer, pues dedicarse a perseguir metas propias arriesgando el «trabajo», era impensable para la mayoría de las personas. Solo los soñadores se arriesgaban a dejar todo por sus proyectos. Era la presión social la razón por la que pocas personas decidían ser felices haciendo lo que realmente querían hacer. Montar un estudio fotográfico, pintar cuadros, escribir poesía, inventar nuevas herramientas y aplicaciones para computadoras, entre otras actividades eran vistas como raras. El mundo aún no concebía la idea de hacer de tus sueños un trabajo no convencional. Felizmente, y gracias a miles de emprendedores que año tras año deciden dejar atrás las convenciones sociales para realizar sus actividades de interés, esta idea se está desvaneciendo.

La clave para llevar una vida plena, es hacer para lo que se nació sin importar lo que tu entorno pueda pensar. La motivación y la pasión que se le imprima a las cosas que se deseen hacer, asegurará que tu proyecto logre salir adelante y se convierta en un medio de vida. Existen muchas ventajas de ser un emprendedor joven, pero quizá la más resaltante sea la perseverancia en alcanzar aquello que desea sin importarle cuántos fracasos o impases pueda tener en el camino.

No siempre será sencillo tomar la decisión de renunciar a un trabajo seguro que, si bien no te llena, te asegura un medio de vida; pero piensa en que el dinero que ganas es en realidad tu propia vida, pues inviertes tus años de juventud en algo que no te gusta para ganar dinero, en vez de ganar dinero haciendo lo que realmente amas.

Será duro al inicio, sí, pero ¿Qué proyecto que valga la pena no lo es? Lo importante es tener definido el proyecto y los pasos que usarás para realizarlos. Si el plan de negocio está definido, el proyecto caminará solo. Lo único que hará falta es que le pongas toda la disciplina posible a tu proyecto.

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Realizando tu propio emprendimiento, serás tu propio jefe, y eso quizá sea lo más difícil de lograr. Ser tu propio jefe no significa tirarte  a la vagancia absoluta, si no autodisciplinarte para que puedas alcanzar todas tus metas. Solo tú serás el responsable del éxito o el fracaso al momento de perseguir tus sueños. Y si en algún momento tienes a alguna persona trabajando a tu lado, deberás ser el líder y el que marque la constancia en el trabajo. Si un empleado ve ocioso y desinteresado  a su jefe, el compromiso con el trabajo será nulo.

Y finalmente, para realizar tus propios sueños es imprescindible el trabajo constante, diario y sin descanso para lograr sacar a flote aquello que has emprendido. Pablo Picasso decía que la inspiración sí existía, pero esta debía hallarte en pleno trabajo; es decir, no solo importa el talento ni las ganas de hacer las cosas, sino que más importante que ello es el trabajo incesante, convertirte en casi un esclavo de tu propio proyecto. Solo así habrá valido la pena renunciar a tu trabajo para emprender tu propio sueño.  

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