Publicado el: julio 21, 2015
Muchas veces, los emprendedores que se ven abatidos por los sucesos de la vida, buscan frases motivadoras que los hagan volverá creer en su emprendimiento. A veces, también, invierten grandes cantidades de dinero, en sesiones de coaching o en conferencias de autosuperación. Lo que pocos emprendedores saben, es que hay un estilo de vida capas de aliviar todos tus dolores internos sin invertir ni un solo sol: el Budismo.
Lejos de lo que se cree, el budismo no es una religión, sino un estilo de vida que compenetra alma, cuerpo y mente, en donde se aprende sobre la meditación, el perdón, el respeto, la bondad, la sabiduría y posteriormente la paz interior y la felicidad. Solo aquellos que realmente deseen seguir un desarrollo espiritual real basado en la bondad, podrán ser realmente felices. Aquí, algunas de las frases budistas que te ayudarán a salir del hoyo en el que te encuentras, emprendedor:
1.- El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. La vida es un sinnúmero de cosas agradables rodeadas de cosas desagradables, es normal sentir tristeza y dolor de vez en cuando; no todo lo que te dice Coca cola en sus spots sobre una vida absolutamente feliz, es cierto. Pero no por que tengas malos momentos, vas a derrumbarte y echarte a tener una vida miserable. El dolor se siente y no se puede evitar, pero el sufrimiento, la depresión, el dejar todo de lado solo por un pequeño traspié, depende absolutamente de ti.
2.- Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas. Para lograr la paz interior no basta con decir “soy bueno”, sino comportarse como tal. Dejar de lado los rencores y los malos pensamientos, ayudarán a ser una mejor persona. De lo contrario te convertirás en una persona tóxica, maltratando a los que más amas sin siquiera darte cuenta.
3.- No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Recuerda, emprendedor, que no todo es material. No porque tu competencia tenga el doble de ingresos que tú te vas a llenar de cólera y ambición y empezarás a maltratar a tus empleados. La vida tiene un inicio y un final, y para ser realmente feliz y millonario, no es necesario tener mucho, sino carecer de poco: un espíritu lleno es un cuerpo sin carencias; y recuerda que a un hombre satisfecho interiormente, las cosas la vida le sonríe.
4.- Alégrate porque todo momento es aquí y todo momento es ahora. No vivas pensando en lo que harás mañana, ni vivas sin sentir el presente solo por trabajar y trabajar. Detente un momento, la vida es ahora, respira y disfruta de todo lo que tienes. La ambición desmedida no hará más que dañarte, dañar a los que te rodean y arruinar tu interior.
5.- Si puedes apreciar el milagro que encierra una sola flor, tu vida entera sanará. Los emprendedores, en su enceguecimiento por el éxito, olvidan que el éxito son aquellas pequeñas cosas que se pueden ir logrando. Si tu trabajador rompió cierta barrera laboral que le impedía avanzar, en vez de exigirle “más” felicítalo. Hay que andar menos presurosos por la vida, la premura te hará llegar más rápido a ninguna parte.
Así que, emprendedor, recuerda que todo es posible, y que las cosas cambiarán si empiezas a mirar más tu interior que tu exterior. Sé bueno, sé noble, sé quien podría ser capaz de cuidar al mundo entero. ¡Ánimo emprendedor, el cambio empieza por ti!
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