Publicado el: diciembre 14, 2015
Para promover a un empleado a un puesto gerencial, se deben tener en cuenta varias características importantes. Pues no todo empleado nació para ser líder. Y el candidato potencial debe haber desarrollado habilidades que sólo puede adquirir en su centro laboral. Además, deberá enfrentarse a muchos emprendedores.
Aquí te mostramos características de un colaborador que será un mal jefe:
Nunca pide ayuda
Los buenos jefes saben encargar labores y piden retroalimentación de su equipo. Si un empleado jamás le pide ayuda a sus compañeros, puede ser una señal de que no se acercará a los demás una vez que sea promovido.
Ignora los problemas de sus compañeros
Los buenos jefes están dispuestos a ayudar a sus empleados cuando lo necesitan y no ignoran los obstáculos de sus equipos.
Les echan la culpa a los demás
Se hacen responsables cuando surge un problema y son los primeros en reaccionar para tratar de resolver las cosas.
Le falta pasión
Antes de ascender a un empleado, fíjate en su nivel de pasión. Los buenos jefes inspiran a sus equipos.
No les interesa seguir aprendiendo
Tiene la iniciativa de aprender todo lo posible. Si un colaborador no demuestra interés por seguir aprendiendo, tal vez no sea el mejor candidato para el puesto.
Se van justo a las 5 p. m.
Los empleados que tienen prisa por salir de la oficina justo a la hora de salida (o incluso antes) todos y cada uno de los días, tal vez no es el mejor candidato para el puesto gerencial.
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