Publicado el: noviembre 26, 2015
Es momento de sentirnos identificados. A muchos nos habrá pasado el tener que lidiar con supervisores que en vez de contribuir, sólo dificultan el funcionamiento del grupo y de la empresa con su actitud. Lo cual es negativo a la hora de fidelizar a los trabajadores.
De hecho según la Dr. Suzanne Degges-White de Psichology Today, estos son cinco de los jefes tóxicos con los que suelen luchar los empleados:
El acosador o intimidador: Disfruta cuando humilla a los demás, es déspota al dar órdenes, abusa de su posición.
El hiperdetallista: No puede delegar, porque nadie logra hacer las cosas a su manera o con sus parámetros.
El adicto al trabajo: No respeta horarios. Llama y envía mails a cualquier hora.
El “primero los números”: Vive obsesionado con los resultados, lo que le lleva a confundir la finalidad con los medios.
El que tiene favoritos: No suele ser justo y muestra sus preferencias con poco o ningún respeto por los demás.
Para evitar que esto suceda, se sugiere que este tipo de jefes participe en talleres sobre desarrollo de habilidades de liderazgo, motivación y gestión de equipos; así mismo, sobre cómo dirigir proyectos, empresas y departamentos en tiempos difíciles.
Y es que, tal como se propone, también es cierto que muchos de estos jefes han pasado a ocupar una posición con personal a su cargo sin tener preparación.
Entonces, si se ha salvado de ellos en su carrera, felicitaciones. Pero, si algún día le toca asumir una posición de mando, evite convertirse en alguna clase de jefe tóxico.