Emprendedores, los días no son siempre buenos para todos y menos para un emprendedor. ¿Alguna vez has sentido perder tu motivación? Tranquilo, este es un sentimiento natural y muchos hemos atravesado por ello. Lo malo es echarse a llorar y no hacer nada al respecto. Tú tienes el poder de cambiar y ver las cosas desde otra perspectiva. Y para lograrlo, es necesario que siempre recuerdes lo siguiente:

1. El dolor no es lo que te está desmotivando

Siempre solemos creer que la pena, la tristeza o el dolor son las sensaciones culpables de que no avancemos en la vida. Pero esto no es cierto. El peso del dolor que llevas encima no es lo que te está rompiendo, sino la forma en que lo gestionas y lo cargas contigo. Puedes usar tu pena, tu frustración y tu tristeza para motivarte en vez de para hundirte más. ¡Tú tienes el control!

2. Siempre tienes una elección

En la vida, siempre puedes escoger un bando u otro. Si eliges ser negativo, encontrarás muchísimas razones para no seguir adelante y hundirte. Si eliges ser positivo, encontrarás muchísimas más razones para dar un paso adelante y sonreír.

El arma más poderosa que tenemos contra la ansiedad y la tristeza es nuestra habilidad para escoger entre un pensamiento u otro. Por eso debes entrenar a tu cerebro cada día para ver el lado positivo de las cosas.

3. Quejarte no te conducirá a nada

Uno de los momentos más importantes y recompensados que encontrarás en la vida es cuando finalmente te des cuenta de que quejarte y castigarte no sirve de nada. Si hay algo que no puedes cambiar por mucho que lo intentes, dará igual lo mucho que te arrepientas o te hagas daño: no cambiará nada.

4. Preocuparte no te devolverá tu motivación

Pasarte el tiempo sentado, quejándote y preocupándote por cosas que en realidad tienen solución, es tan sólo una forma de desaprovechar tu increíble energía creativa. Así que en vez de imaginar lo peor de cada situación, imagina lo mejor y así nunca perderás la motivación que necesitas para afrontarlo.

5. Deja de hablar y empieza a trabajar

Siempre es mejor estar cansado por hacer un trabajo con significado, que cansarte por no hacer nada. Encuentra formas de motivarte cada día para vivir la vida que siempre has soñado. Levántate y recuérdate a ti mismo que lo que haces hoy será el resultado que consigas mañana.

6. Nunca pienses que tu esfuerzo no valió la pena

Por último, una de las mayores razones por las que solemos perder la motivación es cuando hemos puesto todo nuestro esfuerzo, pero creemos que no ha valido de nada. No pienses eso, porque esforzarte nunca es un desperdicio, incluso aunque te lleve a resultados que te decepcionen.