Emprendedor, vivimos una temporada en la que las compras están a la orden del día y muchas veces las emociones influyen en las decisiones de compras generando malos hábitos y ¿por qué ocurre esto. Liz Reyes, Especialista y Coach financiera, Co – Directora de BDSD Consulting explicó a Emprendedorestv.pe sobre este tema.

Hay emociones que interfieren en nuestras finanzas y muchas veces nos complicamos o tomamos malas decisiones al dejarnos llevar por ellas. A continuación, algunos ejemplos:

• La felicidad a corto plazo: Tenemos un trabajo aparentemente estable, de esta manera, gastamos hasta quedarnos endeudados y no tomamos en cuenta que puede ocurrir algo más adelante, no ahorramos un fondo para casos o circunstancias de emergencia.
• Competencia: Muchas veces deseamos comprar más cosas para tener más respecto a otras personas y es que este mundo competitivo impulsa de alguna manera este tipo de emociones y sentimientos.

• Desidia: Posponer todo, siempre todo para después, sobre todo los temas que se refieren a nuestras finanzas nos pueden llevar a futuros dolores de cabeza y noches sin dormir.
• Temor: Procesar toda la información que nos brindan las instituciones financieras, se puede hacer tan complicado que las personas pueden entrar en pánico y por esa razón algunas de ellas suelen tomar atajos que afectan la estabilidad de sus finanzas. Para esto, es mejor pedir ayuda a profesionales en la materia para no perjudicarnos más.
• Vanidad: A veces olvidamos nuestra situación financiera y nos enfocamos en lo que queremos, que no específicamente es lo que necesitamos, tenemos que aprender a diferenciar adecuadamente esas dos cosas.

Las emociones influyen en un 80% aproximadamente, eso quiere decir que las compras que realizamos están tomadas a nivel emocional que impactan en nuestras decisiones. A continuación, recomendaciones para no dejarnos dominar por esas emociones.

• Diferencia entre necesidades y deseos: Antes de hacer una compra, procuremos diferenciar si la hacemos porque realmente la necesitamos o por satisfacer un deseo. Analicemos si las compras las hacemos por gusto o por el ánimo que tenemos, por el momento que atravesamos y por ello, nos atrevemos a realizar la compra. En este caso, hay que evaluar la regla de las dos semanas, si transcurridas las dos semanas seguimos con la idea que es muy necesario, pues habrá que comprarlo.
• Presupuesto: Elaboremos un presupuesto de las cosas que realmente necesitamos comprar, ya que al momento de realizar las compras, los colores, las multitudes, la música y diferentes elementos utilizados por las tiendas, pueden distraernos de tal manera que animan al consumo, por lo tanto, sin un presupuesto no tendremos idea de cuánto finalmente hemos gastado.

• No dejarse llevar por la euforia de las ofertas: Aunque el descuento sea considerable y el precio parezca muy atractivo, una compra innecesaria es un gasto insignificante que puede afectar nuestra economía. Realicemos una lista de las cosas que queremos y las que necesitamos, para que la próxima vez que veamos una oferta sorpresiva se pueda evaluar si esa compra nos beneficiará realmente.
• Buscar un pasatiempo: Si a veces sentimos ansiedad por comprar, o en los momentos que estemos tristes o preocupados, busquemos un pasatiempo, una actividad placentera que no esté relacionada con realizar compras, de esta manera, evitaremos caer en estas tentaciones.
• Buscar ayuda profesional : Si la ansiedad es excesiva, visitemos a un profesional que pueda ayudarnos tanto a organizar nuestras finanzas como a determinar la causa de ese comportamiento hacia las compras.

Ya sabes emprendedor no te dejes dominar por las emociones.

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