Si bien es importante que el emprendedor tenga un trabajo duro y constante para que logre sacar su empresa a flote, también lo es tener un estado emocional estable. Una persona que pretende  ser un empresario exitoso, no puede tener una autoestima baja o sufrir de depresión, pues para que todos los proyectos estén en orden y encaminados, es necesario que el jefe del proyecto tenga sus emociones reguladas a fin de poder dedicarse por completo a su empresa. Por ello, Alejandro Motta, director de la fundación Emprendedores la, llegó hasta nuestro estudio para darnos algunos consejos sobre la importancia de la autoestima en los  emprendedores.

Alejandro nos comentó que la principal característica de un emprendedor, es la capacidad de asumir riesgos. No puede existir un emprendedor exitoso con miedos. Si bien es cierto que el miedo es natural en una persona, no es lo adecuado para un empresario. Para trabajar en la pérdida de temor ante los desafíos, es imprescindible llevar cursos y talleres de autoestima que ayuden a fortalecer la confianza en uno mismo. Y es que para los coaching, la autoestima es entendida como un juicio de valores que hacemos sobre nosotros mismos.

El juicio de valor sirve para saber hasta dónde somos capaces de llegar, y para ello existen tres vectores de reconocimiento importantes:

• Conocimientos técnicos. Conocimiento netamente complementario, si tenemos debilidad en algún tema, lo desarrollamos.

•Competencias y habilidades. Identificar nuestras fortalezas nos hará reconocer nuestras debilidades y saber cómo proceder ante ellas; quizá contratar a alguien que tenga como característica, nuestras ausencias.

•Inteligencia emocional. Quizá este sea el vector más importante durante el desarrollo del juicio de valor, y es que ante decisiones difíciles o situaciones extremas, el emprendedor tiene la obligación de reaccionar  de una manera inteligente y equilibrada.  Las decisiones, nos dice Motta, se producen en el inconsciente que es manejado por el mapa mental, el cual se va formando en la infancia.

Los miedos que se han ido formando en la primera infancia, son los que nos acompañarán por el resto de nuestra vida, y serán los causantes de los limitantes que podamos tener después al momento de perseguir nuestros sueños. Para trabajarlos, para poder elevar nuestra autoestima, nos dice, es importante tener en cuenta dos cosas:

•Incrementar los sueños. Es importante tener pleno conocimiento de qué es lo que deseamos para nuestra vida, qué es lo que deseamos hacer con ella y cómo lo haremos, solo así sabremos cuál es nuestra función en la vida. Un vez que hayamos esclarecido qué es lo que deseamos, podremos visualizar nuestros sueños.

•No pensar en el dinero. Además, se debe pensar que el dinero es solo un recurso para poder perseguir mis sueño. Es solo un resultado de los sueños alcanzados. La finalidad no es el dinero, sino hacer tangibles los sueños, pues los objetivos que nos ponemos son excusas para vivir nuestros valores.

Finalmente, Alejandro Motta, nos recomendó que para poder reconocer cuál es el sentido de la vida, es necesario imaginarnos que hoy en el último día de nuestra vida y preguntarnos cómo queremos que nos recuerden.