Tras el contundente triunfo ante la selección chilena, Ricardo Gareca, señaló que la Blanquirroja llega a la final de la Copa América porque supo sobreponerse a las adversidades. Destacó la actitud y la capacidad de reacción de su plantel para reponerse de los momentos difíciles. Respecto a la final que jugarán con Brasil, Gareca confía en su equipo y si han llegado a la final es para ganar el título de la Copa América. “Confío en los muchachos”, agregó.

Cuáles son las lecciones de liderazgo y trabajo en equipo que nos deja el desempeño de nuestra selección y su entrenador:

1. Liderazgo efectivo: Cuando el líder genera confianza, los miembros del equipo se sienten seguros de compartir sus opiniones sin temor a juicios o represalias. ¿Cuál es el resultado? Un equipo altamente motivado y productivo.

2. Liderar con el ejemplo: Si deseas que tu equipo se comporte de una manera, hazlo tú primero. No puedes pedirle a alguien que haga algo que tú mismo no harías.

3. Comunicar con efectividad: Los verdaderos líderes se comunican todo el tiempo. La falta de información crea suposiciones que perjudican la  motivación y productividad del equipo.

4. Un verdadero líder admite errores: Si admites que estabas equivocado no es un signo de debilidad, sino de fuerza. Reconoce los errores y describe los nuevos pasos a dar.

5. Confía en tu equipo: Contrata a los mejores y confía en ellos. La confianza es una calle de dos vías: si no confías en tu equipo, este no confiará en ti.

6. Reconocimiento al equipo: Gareca no sólo reconoció el buen desempeño del equipo, sino que además le dedicó el triunfo a Oblitas. Reconocer a las personas por sus contribuciones, motivará al equipo a lograr mejores resultados. Y cuando algo sale mal, reconoce que el error fue cometido bajo tu dirección y no eches la culpa al equipo.

7. Establecer expectativas: Esto debe hacerse por adelantado, incluidos roles y responsabilidades para garantizar que no hayan sorpresas. Cada integrante del equipo debe saber lo que se espera de él y sus resultados.

8. Anteponer el éxito del equipo al del líder: Cuando tu equipo es consciente de que participas de su éxito, darán lo mejor. El éxito de tu equipo es, también, tu éxito. Los dos éxitos van de la mano.

Finalmente se debe tener en cuenta que la confianza nos lleva al camino de la lealtad. Y la lealtad motiva al equipo que hagan todo lo posible para conseguir buenos resultados.