Emprendedor, cuando el camino se pone áspero y nos hace tambalear y hasta dudar de nosotros mismos, siempre está la oportunidad de elegir nuestra mejor actitud.
Te dejamos cinco estrategias prácticas para salir adelante. No son recetas, pueden servir de caminos o disparadores para orientar el rumbo frente a la situación que los aflige y consterna.
- Silénciate y medita: El silenciarnos significa tomar espacios de quietud para nosotros. Meditar es tomar conciencia del aquí y ahora. Una buena forma de hacerlo es intercalar unas cuatro o cinco veces en el día minutos de respiración serena: inhalar y exhalar profundamente, y visualizar en nuestra mente, con la capacidad creativa que tenemos.
- Pide apoyo: palabras sencillas, alguien que nos lea algo estimulante; algún amigo que nos acerque esa música que tanto nos gusta; un ser querido que nos tome de la mano y comparta en silencio; la lealtad de nuestra mascota; un profesional que aporte su conocimiento y oído para que podamos sacar afuera lo que nos atormenta por dentro.
- Escribe tus pensamientos. Hazlo en silencio, quizás con una música suave, y deja reposar esos sentimientos negativos fuera de ti. Es una forma de transmutar desde adentro hacia fuera eso que tanto nos oprime y preocupa internamente. Si lo deseas, arroja esos papeles en el sanitario, o bien quémalos en un lugar seguro, como una forma simbólica de dejar atrás esa pesadumbre.
- Toma conciencia de tus avances. Por pequeños que sean, si tu actitud permanece enfocada, no demorará mucho tiempo para que observes pequeños indicios. Hechos sencillos, como estar dispuesto a mirar por una ventana, a responder una llamada telefónica, a comentar sinceramente lo que te pasa con alguien que te quiere bien, a llorar e incluso a reírte, son pistas certeras de que estás en buen camino.
- Da un paso a la vez. Si tomamos decisiones en un momento de profunda congoja, enojo, bronca o tristeza, quizás nos equivoquemos con consecuencias complejas. Sé paciente. Solo así podemos ir conquistando el nuevo ser interno que está surgiendo. Un ser lleno de fortaleza y sabiduría. De madurez y entendimiento, primero con uno mismo, y luego con el entorno y los demás.