Las garantías que las grandes tiendas por departamento venden, se llaman garantías extendidas y son aquellas que se le ofrece al consumidor luego de haber comprado un artefacto eléctrico, por ejemplo; estas garantías se compran para asegurar el refaccionamiento de tu producto en caso se haya malogrado en un periodo corto de tiempo, luego de adquirirlo para proteger tu inversión.

Pero, ¿es realmente importante pagarlo? Aquí te daremos algunas indicaciones para que saques tus propias conclusiones:

1.Exclusiones. Toda garantía llega acompañada de una lista, a veces extensa, de restricciones de uso. Es decir, pagas por un servicio que no cubrirá todos los daños del producto que has comprado porque son daños que tú has causado en algún “descuido” .

2.Innecesario. Junto al punto anterior, se ubica la poca necesidad de reparar artefactos. Si nos damos cuenta, cada vez son menores las fallas que tus equipos presentan. Y si las presentan es mucho más económico pagar una reparación con algún servicio técnico, en vez de pagar la garantía extendida.

3.Los equipos llegan con garantías. De por sí, los equipos electrónicos llegan con garantías de fábrica; es decir, si en un determinado lapso de tiempo, el equipo se daña, cabe la posibilidad de mandarlo a reparar a fábrica o reemplazarlo en caso de robo, dependiendo del tipo de garantía que se ofrezca. En este sentido, las garantías extendidas cumplirían exactamente la misma función a un costo más alto.

Así que ya lo sabes, emprendedor. En realidad, no hay ninguna razón lógica para comprar este tipo de garantías, además las letras pequeñas en el contrato siempre encierran acciones que dejan blindada a la empresa y descubierto al consumidor.