Más perjuicios que beneficios. La aplicación de la Ley que Protege de la Usura a los Consumidores de los Servicios Financieros viene generando diversos perjuicios, entre ellos exclusión financiera, según indica un estudio del BCR.

En efecto, un total de 226,129 personas dejaron de tener acceso al crédito en el sistema financiero entre mayo y diciembre del 2021 debido a la aplicación de dicha norma.

La ley establece fijar topes a las tasas de interés en el sistema financiero, los cuales implicaron que 126,791 clientes fueran excluidos de la cartera de préstamos del sistema financiero y 99,328 quedaran fuera del proceso de bancarización.

Sin renovación

El informe señala que, con los límites impuestos, se perjudicó principalmente a aquellos clientes que les correspondería recibir tasas más altas por el tamaño de sus préstamos y su perfil de riesgo. Según precisan, ahora estos usuarios ya no son clientes rentables para las entidades financieras, por lo que dejaron de renovar sus créditos y fueron excluidos del sistema.

De los 126,791 clientes que tenían tasas por encima de los topes y quedaron excluidos del sistema financiero, el 74.9% son deudores de créditos de consumo y 25.2% son mypes.

Mypes las más afectadas

Con este cambio en las tasas de interés, las entidades financieras especializadas en consumo y las que ofrecen financiamiento a las mypes, fueron las más afectadas.

Traslado de gastos

A consecuencia de la ley, las entidades financieras optaron por trasladar al cliente algunos gastos que antes se incluían directamente en la tasa efectiva anual (TEA), entre ellos el seguro de desgravamen, así como otras medidas.

El estudio del BCR también precisa que se fijaron tasas moratorias en ciertos productos en los que antes no se cobraban, elevaron los montos mínimos de algunos créditos y subieron las tasas de interés a clientes cuando se vio margen para ello.

Esperemos que esta ley sea dejada sin efecto en algún momento.