Son muchas las situaciones en las que un emprendedor o un directivo puede animar a su equipo. La intención puede ser expresar un halago por el trabajo realizado, aumentar la productividad, reducir los gastos de la empresa o conseguir que los distintos departamentos se ayuden entre sí.

Por eso, a continuación te mostramos una lista de 10 maneras que se pueden utilizar para animar a los trabajadores:

Alagar el buen trabajo: Es necesario que el jefe se dirija directamente a sus empleados con nombre y apellido, y comente en público el esfuerzo realizado. Por otro lado, hay que tener cuidado de dirigirse durante la intervención a unos trabajadores sí y a otros no, porque esto puede fomentar la rivalidad entre compañeros.

Ser claro y concreto: A la hora de elaborar un discurso es preferible concentrarse en un objetivo y destacar el punto más importante. De esta manera, a los empleados les quedará más claro cuál es su labor y qué tienen que hacer.

Utiliza ejemplos: Además de ser una de las técnicas más utilizadas para llamar la atención del auditorio, facilita la comprensión de las ideas que se quieren transmitir.  Se pueden tomar ejemplos de la vida real o de la actividad cotidiana de la empresa, para hacer más ameno.

Entrada impactante: El comienzo es una de las partes fundamentales del discurso. De él dependerá la atención del auditorio, así que hay que poner mucha atención a la hora de plantearlo y de pronunciarlo.

El tiempo: Controlar el reloj es otra de las claves de todo discurso. Si es excesivamente largo, puede acabar aburriendo al público y, si es corto, puede no dejar claros los objetivos de la reunión. El discurso debe tener una duración aproximadamente 30 minutos.

Sentido del humor: Es un recurso básico. Puede utilizarse en la entrada del discurso, para captar la atención de los trabajadores, o durante su desarrollo, para que mantengan el interés. Basta con introducir una broma que esté relacionado con el tema a tratar.

Fomentar el trabajo en equipo: En los discursos que tienen por objetivo motivar a un equipo de trabajo es muy útil utilizar enfoques del tipo “estamos juntos en esto”, “podremos conseguirlo”, etc. De esta manera, se transmite lo necesario que son los empleados para la empresa y la confianza depositada en ellos.

Insertar preguntas sin respuesta: Es también muy útil para mantener la atención utilizar interrogantes y preguntas retóricas del tipo “¿qué ha cambiado?”, “¿cómo podemos mejorar?”, etc. De este modo se invita a que los empleados piensen y se sientan parte de la empresa y de la situación en que se encuentra.

Utilizar un tono optimista: Es importante que, durante el discurso, el directivo dé ánimos a sus empleados. Para ello, puede utilizar frases en las que se reconozca claramente que el trabajo se está haciendo bien, que los objetivos se van cumpliendo.

Aclarar dudas: Al finalizar el discurso es conveniente dejar un tiempo para que los empleados realicen preguntas. Siguiendo la misma línea de complicidad utilizada durante la intervención, el empresario debe contestar todas las cuestiones y no utilizar evasivas para huir de los asuntos más complicados.

Ya sabes emprendedor, sigue estos tips para que tus colaboradores se sientan motivados.