Publicado el: septiembre 27, 2017
Emprender un negocio es un gran reto, debido a que durante los primeros meses o a veces el primer año de vida se espera un retorno de la inversión inicial, por lo tanto, es clave contar con unas finanzas sanas.
Una vez que el negocio comienza a operar es cuando empiezan las dificultades, en cuanto a la separación de las finanzas personales y las del negocio. Esto porque con el tiempo surgen dos posibilidades: aportar dinero personal a la empresa como inversión, o tomar dinero de la empresa para gastos personales. Evita cualquiera de estas dos acciones por los riesgos que representan.
Por otro lado, disponer dinero de la empresa, a parte del sueldo, es algo que podría ocurrir solo en emergencias, y no para el pago de servicios o deudas personales, ya que a largo plazo, esto solo terminará afectando las finanzas de la empresa.
Para prevenir esta situación te brindamos los siguientes consejos:
Cuentas separadas
Debes tener una cuenta bancaria personal y otra para el negocio. En caso de solicitar mover dinero de una a otra, es preferible hacerlo mediante transferencia bancaria, ya que éstas no se consideran un ingreso y no es necesario declarar el movimiento ante la banca. Pero no olvides hacer esto sólo en caso de emergencia.
Presupuestos estrictos
Es clave contar con un presupuesto personal y un presupuesto para la empresa, pero aún más importante es ejecutarlos puntualmente, saber administrar y destinar cada sol que ingresa a nuestras cuentas.
Fondo de emergencia
Es necesario contar con un respaldo personal y uno para la empresa, que permita mantener los gastos corrientes por un determinado tiempo, sin necesidad de recurrir a dinero externo, o a un préstamo. Lo mejor, es ir ahorrando poco a poco.
Emprendedor, si quieres unas finanzas personales sanas y un negocio exitoso, sigue estos tips.
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