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¿Cómo ser un buen jefe de una PYME?

¿Cómo ser un buen jefe de una PYME?

Publicado el: julio 7, 2015

Al principio todo es igual, un sueño y un soñador ¿Qué hace distintos los caminos de los emprendedores exitosos y los eternos soñadores? ¿Existen fórmulas determinadas para lograr el éxito o es cuestión del azar? Todas las biografías siempre te contarán lo mismo: cómo se inició, qué dificultades venció y cuáles son los logros más resaltantes de aquella marca; lo que nadie te contará es qué existió entre la fuerza para vencer las adversidades y el final exitoso. A nosotros nos lo contaron una vez y queremos compartir el secreto contigo.

Las grandes marcas que ves en el mercado, se iniciaron como tu pequeña PYME; con poco personal y con poco capital, pero fueron rentabilizándose gracias al esfuerzo, dedicación y compromiso de su capital humano, pues los “jefes” decidieron convertirse en líderes para que su sueño se haga realidad. Así que no hay fórmula más acertada que ser un gran líder para sacar a flote tu emprendimiento. Aquí algunos consejos:

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1.-  Debes responderte algunas preguntas de manera muy consciente y sincera: ¿Doy palabras de apoyo o felicitaciones? ¿Sacrifico mi tiempo por la empresa e incentivo a la innovación dentro de mis trabajadores? ¿Delego tareas para fomentar el talento y los capacito para que puedan seguir aprendiendo? ¿Estoy atento a las necesidades de cada miembro del equipo, sus demandas y sus incomodidades? ¿Trato a mis colaboradores con respeto tanto en lenguaje como en comportamiento o los grito y amenazo cada vez que tengo oportunidad? ¿Fomento la unidad del equipo, destacando fortalezas y colaborando con su éxito? El trato que se les da a los trabajadores o equipo es fundamental para que una empresa alcance el éxito. Por ello, si las respuestas a estas preguntas no han sido positivas, preocúpate en cambiar tu actitud, pues lo estás haciendo mal.

2.- Las amenazas no ayudan en nada. Muchos jefes de
PYMES, en su desesperación y estrés porque el negocio crezca, cometen el error de amenazar a sus colaboradores a fin de que consigan algo; condicionar con recorte del sueldo, horas extras sin paga o despidos si no llegan a la meta, son situaciones habituales. Pero te tenemos una triste noticia, amenazar solo fomenta el tedio y el desgano en tu capital humano. Trata de probar recompensas en vez de amenazas. Aplica la gamificación dentro de tu personal, verás cómo los resultados saltan a la vista.

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3.- Falta de empatía. Antes que tus trabajadores son seres humanos con problemas y emociones; por ello, es importante escuchar siempre las razones por las que un trabajador no cumplió con alguna de las reglas establecidas (fecha de entrega de un trabajo, horario de entrada, etc.), o respetar sus descansos médicos. Y es que, la frase “ese no es mi problema”, es bastante habitual dentro del mundo de los jefes a cualquier instancia; sí es tu problema, pues lo que debes lograr es que el trabajador entregue todo de sí, y tratándolo como máquina, no llegarás a conseguirlo.

Lo importante de recordar es que los trabajadores no son tu propiedad, ni tus esclavos, son personas que merecen apoyo y respeto, pues sin ello no serán nada eficientes, y sin eficiencia los únicos perjudicados son la empresa y el dueño de ella. Así que recuerda fomentar la alegría por el trabajo, el amor por la empresa y la innovación; tus trabajadores amarán sentirse útiles y con el respeto de tu parte, aprenderán a respetar la empresa y dar todo por ella. Respeto, innovación y fomentar el amor por la marca son las 3 grandes premisas que debes tener en cuenta para convertirte en un gran jefe.

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