Todos tenemos pensamientos malos, ya sea en mayor o menor proporción, pero si permitimos que se adueñen de nuestra mente, podrían resultar peligroso para nuestra salud mental.

Usualmente, los pensamientos negativos se crean en nuestro cerebro y pueden llegar a ser muy molestos si no hacemos algo para deshacernos de ellos.

Lo cierto es que cuanto más tratamos de no pensar en algo, más cuesta sacarlo de nuestra mente. Por eso, aquí te contamos 7 formas de lograrlo.

1. Modifica tu lenguaje gestual y corporal
Al momento de comunicarte, observa cómo te mueves y qué gestos usas al comunicarte con otras personas. ¿Pareces más encorvado de la cuenta o tienes una postura corporal cerrada? ¿Tienes el ceño fruncido? ¿Cruzas los brazos?

Si notas eso, puede que seas más propenso a tener pensamientos negativos. Un mal lenguaje corporal puede dañar la autoestima y disminuir tu autoconfianza. Cuando nuestro estado emocional no es óptimo, los pensamientos negativos pueden surgir con facilidad.

Prueba a sonreír más a menudo y mejorar tu postura corporal, abriéndote hacia los demás. Esto ayudará a que tengas una mejor comunicación no verbal y a promover un mejor estado mental en el que no tengan cabida los pensamientos negativos recurrentes.

2. No tengas miedo a hablar sobre el tema que te preocupa
No es raro que los malos pensamientos surjan porque tenemos problemas emocionales o de cualquier otro tipo que no hemos sabido comunicar a nadie. Cuando nos guardamos estas sensaciones para nosotros mismos, las cosas suelen ir a peor.

Cuando hablamos con alguien sobre lo que nos preocupa, los pensamientos adquieren una nueva dimensión, los visibilizamos, y esto nos puede facilitar que pongamos en perspectiva. Una buena manera de empezar a borrarlos de nuestra mente.

3. Meditación cuando es necesario
El estrés y la ansiedad con que tenemos que afrontar el ritmo frenético del día a día pueden hacer que nuestro pensamiento no descanse ni se oxigene lo suficiente. Es casi imposible poder llegar a gestionar nuestros pensamientos negativos cuando no tenemos ni un minuto de relajación.

Existen distintas técnicas y filosofías que nos ayudan a poner nuestra mente en blanco y promover que nuestro cerebro reestructure los pensamientos y emociones.

4. Cambia tu perspectiva sobre las cosas
En ocasiones, los pensamientos negativos son el reflejo de que estamos mirando la realidad desde una perspectiva equivocada. Prueba a reflexionar sobre tu punto de vista, quizá te des cuenta que no eres totalmente racional a la hora de valorar lo que sucede en tu entorno.

5. La importancia de la creatividad
Los pensamientos negativos se quedan en nuestra mente y es complicado encauzarlos hacia fuera para ir borrando la mala influencia que tienen sobre nosotros.

Una de las maneras de hacerlo es encontrar una expresión artística o creativa: escribir, dibujar o tocar un instrumento musical puede ser una buena forma de canalizar mediante la creatividad estas malas emociones.

6. Pasear y practicar ejercicio físico
Nuestros pensamientos también son producto del ambiente en el que vivimos, la calidad de las relaciones interpersonales que tenemos, y muchos otros factores. Al estar mucho tiempo cerca de personas negativas, lo más normal es que poco a poco te “contagien” de su actitud y tu estado emocional empeore.

7. Pregúntate qué es lo que te hace feliz
¿Eres consciente de todas las cosas positivas que tienes a tu alrededor?
Para ello, es esencial que demos valor a cosas buenas, y darles la importancia que merecen.

Si elaboras una lista con estas cosas de las que puedes sentirte feliz y agradecido, tu estado emocional mejorará. Ten en cuenta que, en ocasiones, muchos aspectos positivos de nuestra vida pasan desapercibidos. Es tu responsabilidad volver a fijarte en ellos y valorarlos.